viernes, 30 de septiembre de 2011

Algunas cosas acerca del Jazz en España (IV parte: contexto histórico, los años 70 y 80)

El Jazz, convaleciente en todo el mundo, agonizaba en nuestro país. Los hot−club de Barcelona y Madrid langidecían sin que nadie se interesara por ellos. La Universidad de los sesenta−setenta hizo causa común con el jazz joven, a cuyos representantes abrió los salones de actos y auditorios. Fundado en el año 1970, el Club de Música y Jazz del Colegio mayor San Juan Evangelista puso el jazz al alcance del bolsillo universitario. Raíces, un minúsculo sótano de la calle Galileo de Madrid, se constituyó en el legítimo heredero del viejo Whisky and Jazz, del que se diferenciaba en todo. Fueron sus impulsores entre otros, los saxofonistas Juan Muro, Antonio Moltó y Alejandro Pérez. La edad de oro del jazz madrileño tuvo su traducción en el Festival del Jazz de San Isidro, verdadera puerta abierta a la contemporariedad del género. En los San isidros pudo escucharse a los jazzmen de primera linea de vanguardia. Por ellos pasaron los mejores músicos de jazz europeos cuando nadie se atrevía a traerlos.

Los años setenta marcaron el inicio de la aventura docente del jazz en nuestro país. En el año 1978 comenzó a funcionar en Barcelona el Aula de Música Moderna y Jazz, dependiente del Centro d'Estudis Musicals, le siguió dos años más tarde el Taller de Música, ambos centros abrieron sede en Madrid. Llama la atención el gran número de clubs que ofrecían jazz en la Ciudad Condal, además del Festival de jazz y la Asociación de Músicos de jazz.

Valencia se convirtió en bastión de primerísimo orden por lo que respecta al número y calidad de músicos, aficionados y críticos. Tanto es así que hay quien la considera la primera capital jazzística del país. Pero si Valencia es un valor consolidado para el jazz, Andalucía es una puerta abierta, es la Comunidad Autónoma en donde se ha dado el mayor incremento en el número de seguidores, se han montado festivales o ciclos de conciertos en Sevilla, Málaga, Granada y hasta Jaén.

Hoy en día el aficionado al jazz tiene su cita anual en el País Vasco, convertido por unas semanas en el país del jazz, con nada menos que tres festivales, uno por cada una de sus provincias: Getxo, Vitoria y San Sebastián.

Actualmente, y sin posible discusión, Tete Montiliu se pone al frente de todos aquellos músicos de jazz españoles. Ha sido incluido en encuestas norteamericanas y japonesas entre los mejores pianistas del mundo y se halló a la cabeza de los europeos. Debemos citar también al internacional músico proveniente, no del jazz, sino del flamenco: Paco de Lucia. El guitarrista de Algeciras ha conseguido lo que ningún jazzman (Montoliu aparte) ha conseguido, pasearse por los más prestigiosos festivales de jazz del mundo y triunfar entre los más exigentes públicos jazzísticos.Consigue una hábil mezcla de lo mejor y más profundo del flamenco con las formas del jazz contemporáneo. El saxofonista madrileño Jorge Pardo, el contrabajista Barcelonés Carlos Benavent y el percusionista brasileño Rubén Dantos han aportado el espíritu jazzístico a la presencia flamenca de Paco de Lucia y sus dos hermanos. Ninguno de los tres era un recién llegado, Pardo y Dantos ya habían militado juntos con Joan Albert Amargós quien había realizado ya sus primeros pinitos con el flamenco en Música urbana. Juntos; Pardo, Benavent y Amargós han dejado alguno de los mejores ejemplos de cómo realizar los puentes de paso entre estas dos músicas. La pretendida fusión del jazz y el flamenco venía desde los músicos como Lionel Hampton o John Coltrane, Pedro Iturralde, Chick Corea y Miles Davis, siendo muchos quienes han intentado unir el jazz y el flamenco.

No podemos olvidar, al hablar de la proyección internacional de nuestros músicos, que Carlos Benavent fue el bajista del grupo de Chick Corea durante más de un año, y conocida es la exigencia del pianista de Boston con sus músicos. Benavent grabó dos discos con Corea (The Jobourg Sessions y Touchtone). Jorge Pardo y Carlos Benavent han realizado también otras experiencias internacionales, tras su Flamencos en New York formaron el grupo Zebra Coast con Gil Goldstein, Alex Acuña, Don Alias, Mino Cinelu, y Wolfgang Muthspiel. El septeto ha actuado en diversas ocasiones en clubes neoyorquinos (Blue Note, Village Vanguard, Sweet Basil) con notable éxito. Fruto de una de esas actuaciones fue el disco para la marca Blue Note titulado Spain.

Volviendo a los músicos de jazz más ortodoxos, Tete Montoliu fue el baluarte de varias generaciones de jazzmen hispanos. Pedro Iturrualde alterna sus actuaciones al frente de su cuarteto con la cátedra en el Conservatorio de Madrid. El batería valenciano Regolí se ha inclinado más por la música sinfónica. El pianista Ricardo Miralles, tras su larga relación profesional con Joan Manuel Serrat, ha regresado al jazz en la capital estatal en solitario y en Dúo con el también pianista Horacio Icasto. Lou Benett también pertenece a esa generación, y no solo sigue en activo sino en esplendida forma. Benett nació en USA, pero la parte mas importante de su carrera la ha vivido entre Francia y España, por lo que sería injusto no mencionarlo. En la actualidad se incluye también al guitarrista valenciano Ximo Tebar y el saxofonista americano−sevillano Abdu Salim.

Con posterioridad a esos músicos que podríamos llamar de la generación del Jamboree−Whisky Jazz, las miradas de los jóvenes músicos estaban colocadas en otros estilos musicales, entrando de lleno en los ochenta, época de gran profusión de grupos, solistas e ideas que no siempre pudieron madurar lo suficiente.

Entre esos nuevos jazzmen que aparecieron en nuestro país encontramos: saxofonistas como Juan Albert, Victor de Diego,Xavier Figuerola o Javier Garayalde; trompetistas como Josep María Farrás; pianistas como Albert Bover e Iñaki Salvador; contrabajistas como Javier Colina, Horacio Fumero o Miguel Angel Chastang; guitarristas como Jose Luis Gómez y Bateristas como Carlos Carli y Guillermo McGill.

Entre los músicos que han preferido la experimentación o los caminos del jazz Rock y todas sus evoluciones electrónicos posteriores es necesario destacar a los saxofonistas Javier Paxarino, Wade Matthews, los contrabajistas Baldo Martínez y Zé Eduard, el guitarrista Max Suriyer y grupos más o menos estables como Pegasus, Clónicos, Zyklus etc.





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